Planes de estudio de los Profesorados


El plan de estudio está organizado en los siguientes campos:

Campo de la formación general

Tiene como propósito y finalidad establecer las bases y los marcos referenciales que permitan a los docentes en formación conocer el conjunto de teorías que posibilitan un posicionamiento como enseñante, pedagogo y trabajador de la cultura en el contexto de la sociedad argentina y latinoamericana. Los múltiples desafíos que enfrenta la educación en la actualidad podrán ser debidamente interpelados a través de una formación que priorice la de-construcción de los entramados que enmascaran la realidad, develando los mecanismos de poder y la génesis del sentido común ocultador de la misma.
La articulación interna de cada grupo de materias, así como las relaciones que se establecerán con las de los otros campos, posibilitará un posicionamiento docente que ponga en acto el siguiente triángulo: problematizar, construir conocimiento y organizarse para un trabajo en colaboración.

Campo de la subjetividad y las culturas

Tiene por objeto abordar la construcción de la subjetividad comprendida como la interrelación dialéctica entre los sentidos, las significaciones y las resonancias que, sobre cada sujeto, imprime determinada cultura. Los docentes en formación deberán interpretar la forma de apropiación de los ordenadores sociales –valores, creencias, actitudes y estereotipos- que se articulan con los factores genéticos y ambientales que impregnan la historia individual, para comprender el proceso de individuación e integración de la personalidad.

En síntesis, el Campo de la Subjetividad y las Culturas viene a preguntarse cómo conocer al sujeto en formación, cómo integrar los datos sugeridos por las disciplinas del hombre para comprender la Identidad en permanente cambio, cuáles son sus potencialidades y puntos de ruptura. Y también, cómo reconocerlo actor de una cultura compleja, transformada por los medios y las tecnologías, en la cual las identificaciones constitutivas de la subjetividad son múltiples. Todo esto con la finalidad de acercarse empáticamente y acompañar, en la construcción de saberes y significados, su proceso de transformación. Pero sin desconocer que la escuela, como espacio de inclusión, deberá interpelarse, ampliar y criticar sus modelos para interpretar aquello que “dice” su sujeto, no sólo desde la propia lógica sino desde el reconocimiento del otro, diferente y nuevo en los modos de aprender, de percibir el mundo, de vincularse y de crecer según las transformaciones y los quiebres del contrato social que signan este particular contexto sociocultural histórico.

Campo de la Práctica docente

En el curriculum de la Formación Docente se sostiene a la práctica como “eje vertebrador”, es decir como un campo articulador de todos los otros campos. Uno de los principales propósitos del Campo de la Práctica es considerar la práctica como un objeto de transformación. Pensado de esta manera, en el campo de la práctica se articulan todos los otros campos, produciéndose una mutua interpelación y transformación entre todos ellos. En este campo se especifican 3 componentes: las herramientas de la práctica, la práctica en terreno y el taller integrador interdisciplinario.

Campo de los saberes a enseñar

Este campo conjuga cuestiones epistemológicas, objetos de conocimiento y configuraciones didácticas específicas. Es un campo que se articula, se pone en diálogo y trabaja conjuntamente con los elementos de la Didáctica general y el curriculum del Nivel. Está constituido por las materias que conforman tradicionalmente los contenidos a enseñar por lo docentes en cada uno de los niveles. Son las áreas de conocimiento a ser interpeladas y problematizadas para su selección, secuenciación y transmisión a partir de estrategias de intervención didácticas adecuadas en función del sujeto y el contexto.